Desde Idealista analizamos los gastos de renegociar
las condiciones del préstamo con el banco de siempre y de cambiarlo de
entidad, y otras claves
Tanto la novación como la subrogación de la hipoteca son fórmulas que permiten mejorar las condiciones de un préstamo y ahorrar en lo que pagamos mensualmente. Sin embargo, es habitual preguntarse qué opción es mejor, cuál es más recomendable en cada caso y qué alternativa ofrece una mayor rentabilidad. Repasamos algunas claves a tener en cuenta, como los gastos asociados o cuál debería ser el primer paso del consumidor.
Lo primero que debemos tener claro a la hora de valorar si conviene más escoger entre una novación o una subrogación de la hipoteca es en qué consiste cada opción:
Un elemento importante que hay que considerar cuando un consumidor está pensando en la subrogación o novación de la hipoteca son los gastos asociados. Ninguna de las dos operaciones es gratis, sino que llevan aparejados una serie de gastos que conviene recordar.
Los gastos asociados a una operación de subrogación son los siguientes:
Por su parte, los gastos asociados a la novación son los siguientes:
Normalmente, en conjunto, los gastos de la novación de la hipoteca suelen ser menores que los de la subrogación de la hipoteca. Por ello, la novación acostumbra a ser la primera opción que tantean los clientes antes de realizar cualquiera de las dos operaciones.
Si, en general, la novación sale más barata que la subrogación, ¿por qué hay personas que optan por la subrogación en lugar de por la novación? Depende de la respuesta del banco. Hay que tener en cuenta que la novación es una operación que nuestra propia entidad bancaria debe aceptar. Es decir, no basta con que el cliente quiera realizar la novación de la hipoteca, el banco debe aceptar la solicitud, algo que no está obligado a hacer.
De este modo, lo más habitual es que, al principio, se solicite la novación de la hipoteca para mejorar las condiciones de esta. Y, en el caso de recibir una respuesta negativa por parte de nuestro banco, se opte por la subrogación de la hipoteca a una entidad diferente.
Respecto a si es mejor optar por la novación o la subrogación en 2022, conviene recordar que las previsiones apuntan a que los tipos de interés subirán en los próximos meses y que la incertidumbre económica se ha instalado de nuevo en el mercado, impulsada por factores como la elevada inflación o la guerra en Ucrania.
Los bancos están actualizando su oferta hipotecaria para adecuarse al escenario actual, y están optando por encarecer sus préstamos fijos y abaratar los variables, para hacerlos más atractivos en plena escalada del euríbor a 12 meses, cuya tasa diaria ya se mueve en máximos de 2014.
De este modo, lo más aconsejable será intentar beneficiarse tanto de la novación como de la subrogación cuanto antes, para evitar que empeoren las condiciones de financiación. Con todo, lo más recomendable sigue siendo optar en principio por la novación en el propio banco (por ejemplo, si queremos cambiar una hipoteca variable a una hipoteca fija) y, si el banco no acepta la novación, optar por la subrogación buscando otra entidad.