Desde Idealista os compartimos el siguiente artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa
Ya casi estamos a mitad de septiembre. Dentro de poco comienza la cuenta atrás para la llegada del mal tiempo, el frío, las lluvias, las ráfagas de viento... Por ello, debemos comenzar a enfocarnos en estos meses y pararnos a pensar en cuáles son las mejores reformas para hacer en nuestra vivienda, sobre todo, teniendo en cuenta la gran cantidad de tiempo que vamos a pasar en el interior.
Imagina que son las siete de la tarde, acabas de llegar a casa después de un día duro y lo único que quieres es tumbarte en el sofá, ponerte la manta y servirte un vaso de leche bien caliente. Enciendes la televisión y pones tu serie favorita. Al cabo de un rato, comienzas a escuchar los pasos con tacones de la vecina de arriba mientras su hija juega y lanza con fuerza los juguetes al suelo al mismo tiempo que llora.
Te desesperas porque no eres capaz de escuchar bien lo que dice tu protagonista favorito y apagas la tele. Es en ese mismo momento cuando tu cabeza comienza a pensar en qué hacer para que esta situación no vuelva a ocurrir.
Coges el ordenador y buscas soluciones hasta que das con la más adecuada: aislar el techo de la vivienda.
Esta situación es más habitual de lo que creemos. Los españoles cada vez somos más conscientes de la gran importancia que tiene un buen aislamiento acústico con el fin de proteger las viviendas o locales de ruidos y conseguir, por tanto, un adecuado nivel de confort y bienestar.
Esta solución es apta también para hostelería y restauración, centros comerciales, colegios, oficinas y centros sanitarios, donde por lo general hay bastante ruido.
El paso previo para cualquier obra es la revisión de la superficie. Ya que, en el caso de localizar alguna grieta o desperfecto, primero debemos tratarla.
A continuación comenzaremos marcando en qué zonas exactas queremos instalar las placas y con un medidor nos aseguraremos de que quede todo recto y en la misma medida. Una vez finalizado este paso damos comienzo a la colación y pego del material. A medida que vayamos colocando, iremos dando golpecitos con algo de fuerza para asegurarnos de que los paneles se han adherido bien y no hay posibilidad de que se caigan.
Aunque la instalación sea sencilla, siempre es mejor contar con un profesional que pueda estudiar bien el problema antes de lanzarse a comprar una solución para poder conseguir un resultado eficiente y adecuado a nuestras necesidades, ya que el ruido es un problema complejo de eliminar pero fácil de mitigar.